viernes, 28 de diciembre de 2018

Santos inocentes

Una vez oí hablar de que habían niños que no eran queridos por sus madres y de que había abuelos que había qué aniquilar. Comencé soñando una pesadilla era el inicio de una vida con consecuencia fatal. Esa vida era una vida diferente a la de su madre esa que le tendría que amar, la madre estaba triste amaba y odiaba al mismo tiempo sabía de la vida de su hijo, notaba cualquier pequeño movimiento. Me imagino a una madre triste y cómo corre su pequeño y le da un beso. Te duele mamá? A qué ahora con el beso te duele menos? Son niños y detectan el más leve sentimiento. Sueñan y ríen, y bailan al son de la música, pero esta madre triste no sabes qué hacer, no encuentra consuelo. Sí esto me lo quito del medio ... Sí comenzamos de cero... Pero ya una vez comenzamos nunca volvemos al principio; siempre tenemos recuerdos. Verás como empiezas de nuevo, cómo pasa no es tan duro. Y triste madre como una tonta se deja llevar del momento, da el sí un poco dudosa, pensando que con eso entra en un estado de tranquilidad mental, ya no hay problema se dice, ahora a vivir de nuevo, de nuevo? No hemos dicho volvemos totalmente al cero? Pero está madre lo que no sabe es que ahora empieza lo cierto, le quitan a su niño le dejan vacía sola por dentro, ahora llora a su niño nunca volverá al 0. Llora amargamente, sí llora, porque hoy hay un ángel más en el cielo.

Este relato lo escribí hace un tiempo. Mezcla de alegría tristeza, compasión, misericordia... Contraposiciones de sentimientos en el corazón cada 28 de diciembre.


 

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